domingo, 31 de mayo de 2009

'La sombra del poder' recupera la pasión por las buenas historias

El 'boom' 'Millenium' ha llegado a los cines. La versión cinematográfica de la trilogía escrita por el malogrado Stieg Larsson no deja lugar a las recomendaciones. Sin embargo, me voy a atrever a invitar a disfrutar de 'La sombra del poder', siempre con la advertencia de que es un periodista quien ejerce de crítico, en este caso, totalmente parcial (lo digo por si Almodóvar lee esta entrada).

La película está basada en la serie de la BBC 'State of play'. Cuenta la peripecia de un periodista -brillantemente interpretado por un hinchado Russell Crowe-, que tiene que ahogar las penas de la profesión antes de que estas aprendan a nadar. Enredado en varios conflictos éticos y personales, el protagonista muestra el halo romántico del 'artesano' que trabaja una noticia mimbre a mimbre hasta conseguir una información sólida y sin cabos sueltos. Brillante debate que, por un momento, deja en un segundo plano las distintas crisis que padece el periodismo y que pone en primer plano a la información, sólo la información, es decir, ese intangible llamado 'contenido de calidad' que salvará al periodismo.

La historia profundiza en la elaboración de una noticia desde un punto de vista profesional. Es un buen ejemplo sobre qué es el periodismo, muy recomendable para los 'francotiradores' que igualan blogueros con periodistas. Sinceramente, es la película que más cerca está de lo que realmente ocurre en una redacción y en el trabajo de calle que desempeña el profesional.

Sólo un pero al filme. Alguno de los diálogos parece inspirado por Pedro J. Ramírez. Se sigue satanizando a los blogs. Craso error. 

Rubén Vinagre: ahora estoy escuchando "Quiero tener tu presencia", Seguridad Social.

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