miércoles, 3 de junio de 2009

Fuentes para valorar el nivel de un científico

El número de mayo de DATO recogía un 'ranking' con los científicos riojanos más destacados. Vanesa Nalda, la periodista que elaboró el reportaje, consultó a las universidades de La Rioja y Navarra; al departamento de innovación de la patronal riojana; a Nexociencia; y a tres consejerías del Gobierno de La Rioja. Queríamos destacar a científicos e investigadores admirados en la región, no una clasificación estrictamente ceñida a sus méritos dentro de sus respectivas especialidades. Quizá para ello existan otras publicaciones mucho más especializadas que nosotros.

Para empezar, nos planteamos hacer una lista lo más completa posible con nombres de 'candidatos'. Creo recordar que conseguimos unos 30 científicos. A partir de ahí, hablamos con las organizaciones y las instituciones citadas para priorizar y ordenar a los investigadores. Las personas que opinaron se guiaron fundamentalmente por criterios de popularidad o trascendencia pública de los nombres propuestos. Había otro condicionante: las disciplinas a las que se dedican son tan distintas que son casi imposibles de comparar. Después de varias semanas de elaboración, la particular clasificación quedó liderada por Juan Antonio Osés Prieto, un logroñés destacado en el campo de la proteómica.

Tras la publicación, además de las tradicionales peticiones del artículo, hemos mantenido un interesante intercambio de correos con Marcos Malumbres, jefe de grupo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El alfareño nos indica que en la actividad científica se suele valorar mucho estar fuera de España. Un criterio que, a su juicio, necesita una matización: "En muchos casos sólo significa que no se encuentra trabajo en España o que uno está en las fases muy iniciales de su carrera".

Malumbres propone varias fuentes para calibrar el mérito de científicos e investigadores. Destaca la posibilidad de valorar en función de las patentes o de las publicaciones realizadas. Para esto último propone visitar PubMed. Según indica, en este recurso se puede buscar "por apellido e inicial del nombre (pero con cuidado para distinguir las publicaciones de distintos autores con apellido similar). Las más importantes son las que el autor firma como primer firmante (es quien ha hecho el trabajo) o último firmante (es el jefe de quien ha hecho el trabajo). También hay un 'ranking' de publicaciones por su impacto. Por ejemplo, una publicación en revistas de Nature (Nat.) o Cell tiene un enorme impacto científico y clínico y es muy difícil de realizar, mientras que se pueden tener muchas publicaciones en revistas sin impacto, que en general, no sirven para mucho".

Otra posibilidad, indica Malumbres, es el análisis de las plazas conseguidas: "Uno de los estándares máximos para un científico en España es conseguir una plaza titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o de un centro de investigación reconocido (no una valoración intermedia, de becarios, contratos temporales, etc.) ya que estas plazas son difíciles y se valoran por comités apropiados".

Para completar sus recomendaciones, el científico alfareño -cuarto en nuestro 'ranking'- nos propone guiarnos por el llamado 'índice H' y el 'Impact Factor'. Malumbres comenta que, en el primer caso, es "muy fácil estar por debajo de 10, muy difícil pasar de 10 y muy muy difícil llegar a 20".

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