'Horror vacui'
La conversación fluye entre dos amigos periodistas. Uno de ellos está pensando en cambiar de trabajo y pregunta sobre las posibilidades que hay en la ciudad. No son muchas pero ambos intercambian confidencias sobre los últimos movimientos en periódicos, radios, teles y agencias de comunicación. En un momento de la charla surge una posibilidad de empleo. Uno de los diarios gratuitos de la ciudad tiene una plaza libre. Sin embargo, uno de los dos periodistas tuerce el gesto. "¿Por qué no lo intentas?", le pregunta su amigo. La respuesta es significativa: "No puedo ir a un periódico en el que se escribe tanpoco. No lo aguantaría, no hay espacio para hacer buenos artículos". Tres negaciones seguidas.
¿Es el clásico problema del 'horror vacui'? Se trata de comprender los nuevos tiempos y los nuevos medios. La famosa 'brecha' entre generaciones cada vez se hace más patente entre los periodistas no sólo por la manera de trabajar sino por la falta de adaptación a los cambios. Ya no se escribe igual, ya no informa igual porque el públiconecesita mensajes cortos y efectivos, no sirven los textos kilométricos. Hay sobreabundancia de noticias y necesidad de tener acceso a todas ellas. Pero falta tiempo… No triunfa quien informa más sino el que mejor selecciona. Después de la conversación los dos amigos periodistas se despiden. El que ha propuesto la posibilidad de trabajo en el gratuito se ríe. No le ha explicado a su colega el verdadero motivo de la vacante: la persona que ocupaba la plaza no ha aguantado más porque se aburría.
Rubén Vinagre: ahora estoy escuchando "Sick, sick, sick", QOTSA.
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